lunes, 10 de agosto de 2009

Menos viajes de gran consumo y más de proximidad y hechos a medida

Caen los clásicos destinos turísticos a Canarias o Cancún porque su cliente potencial pertenece al colectivo más afectado por el paro. En su lugar, Baleares y las costas de Catalunya aparecen como los destinos más solicitados este mes de agosto.

Hacer un viaje en coche más cerca y recuperar las tradicionales vacaciones familiares disfrutando del tiempo libre es la solución escogida por muchos catalanes que este verano no se pueden permitir viajar. Las agencias de viajes catalanas calculan que este verano venderán entre un 20% y un 25% menos que el año pasado, principalmente debido a un descenso en la venta de billetes de avión. La mayoría de la gente utiliza su medio de transporte propio para ahorrarse así alrededor del 45% del gasto total de las vacaciones.

Por lo que hace referencia a los destinos, donde se está notando el descenso es en el turismo de vacaciones de gran consumo, como Canarias o Cancún, porque los potenciales usuarios figuran entre el colectivo más afectado por la pérdida de lugares de trabajo, según el presidente de la Unión Catalana de Agencias de Viajes (UCAVE), Rafa Serra. Por el contrario, el viaje especializado, el del público que busca una solución a medida con una apuesta por nuevas experiencias, aguanta mejor. La Costa del Maresme, por ejemplo, acogerá este mes de agosto a muchas familias que, buscando una óptima relación calidad-precio y tranquilidad, han encontrado excelentes ofertas.

“El turista catalán ya tiene por costumbre hacer las reservas muy a última hora, pero es que este año es una exageración” comenta Rafa Serra. Parece ser que se está imponiendo la tendencia de “cazar gangas”, que consiste en esperar a última hora para conseguir precios rebajados en hoteles confortables. Grup Florida, por ejemplo, ofrece descuentos de hasta un 25% en sus hoteles, y tanto sus instalaciones, equipamientos como servicios son de excelente calidad, presentándose como alternativa asequible para todos los bolsillos.

Los hoteles de la Costa-Maresme ofrecen descuentos de hasta un 25%

La costa del Maresme, caracterizada por un turismo familiar, sigue incrementando su cuota de visitantes gracias a una buena oferta de servicios que ha sabido adaptarse a las necesidades vacacionales y económicas de sus huéspedes.

La costa catalana del Maresme es la que ha acogido, tradicionalmente en Catalunya, un flujo de turistas más variado, tanto por edades como por procedencia, puesto que su geografía ofrece una enorme versatilidad para todos los públicos. Su ubicación, a pocos quilómetros de Barcelona, sus largas y extensas playas arenosas y sus atractivas poblaciones de gran tradición turística dotan a Costa del Maresme de los requisitos deseados para pasar unas vacaciones inolvidables.

A partir de semana santa, los hoteles reciben un turismo europeo de equipos deportivos y también personas de tercera edad que encuentran en la Costa barcelonesa del Maresme, un clima atemperado, sol, escasos días de lluvia y un calor razonable. A partir de los meses de junio y julio ya empiezan a llegar familias, que buscan que sus hijos puedan compartir actividades con otros niños en un ambiente seguro y confortable. La piscina, los juegos infantiles, actuaciones de artistas y cómicos, excursiones a parques acuáticos, etc., son algunas de las actividades y/o servicios que ofrecen las cadenas hoteleras de la zona, como por ejemplo Grup Florida. El mes de agosto, sin ir más lejos, es la temporada alta de este tipo de hoteles que ofrecen una amplia propuesta de actividades a realizar tanto con monitor como en familia. En definitiva, Costa del Maresme ofrece un escenario cordial que permite dar cabida a los momentos más íntimos y especiales en familia.

Además de los siempre variados puntos de origen del turismo que acoge la Costa del Maresme (Holanda, Alemania, Rusia, Inglaterra, etc.), este mes de agosto, los hoteles acogerán también gran número de familias catalanas y españolas, procedentes de capitales y ciudades menores, que buscan tranquilidad y diversión con los suyos a precios razonables.